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martes, 27 de mayo de 2014

¿Fondant? ¿Eso cómo va?


Seguramente estaréis hart@s de escuchar la palabra fondant en todas partes, concursos de la tele, revistas, la gente en un bar… ¡Y es que es el ingrediente decorativo que está de moda! Aunque siempre se ha utilizado, es en los últimos años cuando su uso ha incrementado considerablemente. Sólo hay que ver los escaparates de las pastelerías o las fotos de nuestros amigos en Facebook, que seguro que aparece por algún lado. Pero el fallo de muchos que empiezan a utilizarlo para sus recetas es que no conocen bien qué es lo que tienen en sus manos.
Para empezar, fondant significa en francés “que se funde”, por lo que la primera pista que tenemos es que es un ingrediente moldeable. Es, sencillamente, una mezcla de agua y azúcar a la que se le pueden añadir colorantes alimenticios, dándole un aspecto que a simple vista parece plastilina.
El fondant se utiliza sobre todo para la decoración de tartas, cupcakes, galletas o cualquier otro tipo de dulce al que le queramos dar un toque de color y forma. Se puede trabajar con fondant líquido o sólido. ¿La diferencia? El acabado.
http://mreposteria.blogspot.com.es/2011/07/fondant-liquido.html
Fuente: www.mreposteria.blogspot.com.es
Por un lado, el fondant líquido se parece a un glaseado o una crema pastelera. Como su nombre indica, es un material líquido que podemos utilizar como relleno o en el que podemos bañar por completo nuestro dulce y aprovecharlo como cobertura. Al secarse, tiene un aspecto más brillante y más suave que el fondant sólido


http://comida.uncomo.com/articulo/como-amasar-el-fondant-25392.html
Fuente: www.comida.uncomo.com
Éste, sin embargo, se parece más a una pasta, una masa como si de plastilina se tratase. Es el que más se usa en la repostería creativa gracias a las posibilidades que presenta. Al ser más duro y por tanto más estable, se puede utilizar para hacer figuritas tanto planas como con volumen (tridimensionales), para cubrir tartas enteras y hacer decoraciones más llamativas. También se puede pintar con pintura comestible y darle la forma que queramos, ¡haciendo verdaderas obras de arte!


Pero volviendo a nuestro nivel básico de repostería, os vamos a dar una serie de consejos que, esperemos, resuelvan vuestras dudas cuando comencéis a trabajar con este atractivo ingrediente.
El primero de ellos es dónde conseguirlo. Pues bien, el fondant lo podemos comprar en las tiendas de repostería de las que ya hemos hablado, o hacerlo nosotr@s mism@s. ¿Cómo? Hay muchas recetas en Internet para hacer fondant y muchas de ellas son un poco complejas, ya que se necesitan ingredientes tipo glicerina o glucosa que quizá no tengamos a mano en nuestra cocina.
Nosotras, sin embargo, hemos aprendido a hacer el fondant sólido con… ¡nubes de azúcar blancas! Las nubes de chuche de toda la vida, que además podemos encontrar en cualquier supermercado. Sólo necesitamos nubes, azúcar glas, agua y un poco de mantequilla. ¿Cuánto? En función de la cantidad de fondant que queráis hacer pero siempre el doble de azúcar que de nubes, es decir, por cada dos medidas de azúcar, una de nubes. Lo que haremos es poner las nubes en un bol con un chorrito de agua y meterlas 30 segundos en el microondas para que se derritan. Moverlas y si vemos que no están totalmente derretidas, las volveremos a meter otros 30 segundos. Después con ayuda de una paleta bañada en mantequilla para que no se pegue la masa, moveremos las nubes hasta que estén del todo derretidas e iremos añadiendo y mezclando el azúcar glas. Así hasta que quede una masa. ¿Cómo sabemos cuándo estará lista? Cuando veamos que no se nos pega en las manos y es lo suficientemente elástica como para trabajar con ella. Ya tenemos hecho nuestro fondant casero.  
Muchas veces ocurre que hacemos nuestro fondant pero no lo queremos utilizar hasta un tiempo después o que al terminar de usarlo vemos que nos sobra una cantidad considerable y lo queremos guardar para otra ocasión. En estos casos, ¿se puede conservar el fondant casero? Y si es así, ¿cómo? Muy sencillo. Basta con envolver el fondant, ya sea casero o comprado, en papel film de forma que quede bien cubierto y guardarlo en un recipiente hermético o tupper en un lugar seco. De esta forma nos puede llegar a durar unos 3 meses. Si al volver a usarlo vemos que está un poco duro solo hay que meterlo en el microondas unos 30 segundo y volveremos a tener nuestro fondant elástico y listo para adornar nuestros dulces.

http://www.losmundosdemomo.com/2013/02/pasta-de-azucar-fondant-casero.html
Fuente: www.losmundosdemomo.com

Si lo queremos colorear, recordad que para el fondant líquido se pueden usar colorantes de cualquier tipo, PERO el fondant sólido solo podemos teñirlo con colorantes en gel, pasta o polvo.  
También ocurre, o al menos nos ha ocurrido, que hacemos una tarta con fondant el día de antes de querer comerla. Entonces, ¿cómo la guardamos? En este caso, hemos extraído info del blog “Mis recetas más dulces”, en el que no solo se habla acerca de cómo conservar las tartas fondant en función de los rellenos que hayamos utilizado, sino que además explica por qué conservarlas así. Os dejamos el enlace:


http://www.misrecetasmasdulces.com/2012/05/conservacion-de-tartas-fondant.html
Pero, como siempre, os daremos nuestra opción basada en nuestra experiencia. Nosotras hemos hechos tartas fondant en el sur de España en mayo y junio, y pudimos conservarla en la nevera sin experimentar ese “efecto cráter”. Eso sí, tampoco estuvo un día entero al aire libre tras haber estado en la nevera. Como siempre esto depende de la experticia de cada un@, del tiempo que vaya a estar fuera de la nevera y de las condiciones en la que vayáis a exponer vuestra tarta.


Tarta fondant propia
Imagen Propia Sweeteasy

Así que no olvidéis contarnos vuestras experiencias con los postres fondant. Hasta entonces, ¡¡os esperamos entre dulces y recetas!!






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